ITALIA DEBE PROTEGER LOS DERECHOS DE MILES DE MIGRANTES DE TÚNEZ

Amnistía Internacional ha pedido a las autoridades de Italia y de la Unión Europea que protejan los derechos humanos de los miles de personas que están llegando a territorio continental italiano y a la isla de Lampedusa procedentes de Túnez. Más de 4.000 personas han llegado a Italia en los últimos días tras los disturbios políticos desatados en su país. Con anterioridad, se han recibido numerosos informes sobre abusos contra los derechos de solicitantes de asilo en Italia a su llegada de alguno de los países que rodean el mar Mediterráneo. “Comprendemos el reto que supone hacer frente a unas corrientes migratorias tan extensas y diversas, pero las autoridades pertinentes deben garantizar que no se repiten casos anteriores de abusos contra solicitantes de asilo”, manifestó Nicola Duckworth, directora del Programa de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central. “Las autoridades pertinentes deben garantizar que todas las personas que solicitan asilo tienen acceso al territorio y a un procedimiento de asilo justo y satisfactorio, y que son informadas de sus derechos.” “No se debe expulsar a nadie a un lugar donde podría sufrir graves abusos contra los derechos humanos o sin tener debidamente en cuenta sus circunstancias y necesidades de protección. La detención de una persona debe responder a una decisión sobre ese caso en particular.” Un gran número de personas tuvieron que dormir varios días a la intemperie hasta que las autoridades volvieron a abrir el centro de acogida de Lampedusa. Las autoridades italianas han calificado de “emergencia humanitaria” la reciente ola migratoria y han pedido a la Unión Europea que, a través de la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados Miembros de la UE (FRONTEX), ayude a frenar la afluencia de migrantes desde el Norte de África. El ministro italiano de Asuntos Exteriores ha anunciado el refuerzo de las patrullas que vigilan las costas italianas y de los mecanismos “que hasta hace un mes eran capaces de reducir a cero la migración irregular o clandestina”.