miércoles, 3 de diciembre de 2008
LOS TIMOS DEL MESSENGER
Con la aparición de Internet, los estafadores han adquirido una gran cantidad de nuevas herramientas y estrategias para engañar a los usuarios confiados. De hecho, cada día aparecen nuevos fraudes, hasta el punto de que hasta los más avispados o enterados caen también en ocasiones en las redes de estos timadores. Pero las estrategias que utilizan no son tan distintas a las que han usado a lo largo de la historia los estafadores. La única diferencia es que ahora se han informatizado, con lo cual la estafa es mucho más indirecta e incluso se lleva a cabo a través de los propios contactos del engañado.
Engaños por email
Las estafas más en boga actualmente se basan en los servicios de mensajería instantánea, como el Messenger, y en algunos de sus instrumentos. Por ejemplo, uno de los fraudes más recientes consiste en ofrecer, previa introducción del nombre del usuario y contraseña, conversaciones enteras de otros usuarios ("quieres saber si te engaña tu novia o qué piensan de ti tus amigos").
En realidad, se trata de una variación de otro truco similar por el que se ofrece a la "víctima" descubrir quién de sus contactos lo ha incluido en la lista de 'no admitidos'. Cabe señalar que ninguno de estos servicios es posible sin la colaboración del propio usuario del que deseamos obtener información. Por tanto, todas esas ofertas buscan simplemente obtener la contraseña de la víctima para poder usar la cuenta a su antojo, sea para destruirla o bien para utilizarla con otros fines.
Pero también mediante un mensaje instantáneo se producen engaños. Por ejemplo, un sistema habitual es el envío de un mensaje, incluso desde un contacto conocido del usuario, en el que se ofrece un enlace con un vídeo gracioso sobre algún famoso; por ejemplo, George Bush. Al pinchar en el enlace, el usuario se descarga un virus que se inserta en el sistema a la vez que envía el mismo mensaje a todos los contactos del usuario conectados en ese momento.
Otra de las estafas habituales es el llamado 'phishing'. Ésta se basa en imitar la página oficial de alguna empresa, por ejemplo un banco, y mediante un email pedir el nombre y la contraseña para acceder a nuevos beneficios.
Conocimiento y desconfianza: seguridad
Evitar el engaño pasa por informarse adecuada y constantemente, actualizar antivirus y otros sistemas de protección. Pero no hay que olvidar nunca que es el propio usuario la primera y última barrera en la seguridad de su información y su equipo. Por este motivo, el mejor método para prevenirlas consiste en establecer una serie de precauciones guiadas por el sentido común. Por lo cual, como precaución previa ante cualquier mensaje, sea del remitente que sea, que ofrezca un servicio o producto no solicitado previamente por el usuario, hay que desconfiar y fijarse en algunos datos concretos.
Por ejemplo, un protocolo recomendable de actuación consiste en analizar la redacción del mensaje para ver si contiene errores; observar también el sitio de procedencia del mensaje, si es de un servidor gratuito o no; el diseño de la página para ver si se trata de 'phishing'. Pero en cualquier caso (sobre todo con Internet), no hay que confiar ciegamente nunca, incluso de nuestros propios contactos.
En todas las épocas y civilizaciones han existido los estafadores y, en general, sus métodos y trucos no han variado mucho. Todos sus engaños están basados en una característica básica del ser humano: la confianza en los demás, tanto hacia los conocidos como los desconocidos. También se benefician de la ignorancia y del ansia por conseguir beneficios rápidos y sin esfuerzo.
En la actualidad se aprovechan también de otro hecho: la percepción de Internet en esta no concluida revolución digital es el de un gran instrumento que ofrece una serie de beneficios increíbles y que pueden mejorar el trabajo y el estilo de vida de las personas. Mucha gente confía ciegamente en este medio, y muchos incluso son adictos a él. Sin embargo, a pesar de sus múltiples ventajas, no está exenta de riesgos y no hay que olvidar que en este contexto todos somos extraños hasta que se demuestre lo contrario.
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