
Las guerras del siglo XXI se harán por el agua y eso está claro, a pesar de ser el líquido más abundante de la naturaleza. Hace 20 años que se veía venir este problema y ningún Gobierno ha hecho nada por evitarlo. Las opciones son unos trasvases que no garantizan nada, ya que depende de la lluvia cada vez más escasa y que al pasar por diferentes comunidades, provincias y pueblos lo que garantiza son enfrentamientos y crispaciones.
La otra opción son unas desaladoras muy costosas que proporcionarían agua pero a un precio muy alto. Conseguir agua es muy fácil. El problema es que la derrochamos. Hay unos "oxigenadores" de agua que valen dos euros y reducen el consumo a la mitad, modificar la boya del WC o ponerlo de doble descarga ahorra más de 30 litros al día. El agua que sale de la ducha o del lavabo es limpia, con jabón. Puede servir perfectamente para regar un campo de fútbol, golf o jardines, siempre que no se mezcle con aguas del WC o del fregadero (aceites).
Hace cientos de años existían los llamados "pozos aéreos", que tenían forma de embudo y por la noche recogían el agua del rocío. En Suramérica hicieron una cosa parecida con plásticos y tenían para regar los huertos; en algunos sitios se desalaba el agua pasándola por arena; en Israel se riega con agua de mar mezclada con agua dulce... Alguien propuso instalar una desaladora en un barco y llevar el agua adonde fuese necesario de la costa o un sistema de desaladoras que apenas gastaban energía ya que usaban la fuerza de la gravedad y no le hicieron caso.
En fin, hay miles de maneras de reducir el gasto de agua y de producir agua, sólo hay que ponerse a ello y dejar de usar el tema del agua para captar votos.
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